domingo, 30 de enero de 2011

Estereotipando..

Una vez cumplí mis primeros dos meses viviendo en Holanda me empecé a dar cuenta de como había variado en tan poco tiempo mi opinión sobre el país y sus gentes, y es que toda persona antes de viajar a un país con una cultura y sociedad diferente a la propia, tiene una serie de ideas preconcebidas, estereotipos que invaden nuestras mentes y que indirectamente nos proporcionan cierto estado de control y de seguridad para enfrentarnos a ese nuevo entorno, consecuencia de nuestro innato miedo a lo desconocido, se trata de algo común a la especie humana que nos puede guiar pero claramente no debería condicionarnos ni limitarnos a la hora de abrirnos a un nuevo país con una propia cultura, historia, sociedad, gastronomía, clima...

En primer lugar, haciendo referencia a mis estereotipos con respecto a la gente holandesa y su carácter, les tenía totalmente enmarcados dentro de un carácter frío y no muy abierto a los extranjeros, con un carácter y forma de comunicarse y expresarse algo “estricta” o brusca como los alemanes. Para mi sorpresa y después de tratar con gente holandesa original de distintas ciudades han resultado ser para mi punto de vista, gente bastante abierta al multiculturalismo y a los extranjeros que por supuesto de buena fe y con fines legales van a su país , solo hay que observar a cualquier grupo de estudiantes holandeses, fácilmente entre sus miembros habrá marroquíes y turcos, holandeses de la Antillas Neerlandesas, jóvenes negros de Surinam, Indonesios que muchas veces físicamente se pueden llegar a confundir con los propios holandeses originales. Como podréis suponer se trata del resultado de los últimos 400 años desde la época de Oro durante los cuales inmigrantes de toda Europa emigraron a Holanda y acabaron mezclándose con los nativos. Por ello es muy fácil encontrar mucha variedad genética entre los holandeses y cada vez se parecen menos físicamente los unos a los otros, aunque por supuesto existen rasgos característicos como su altura (se trata del pueblo más alto del mundo , la media es de 1,84 cm para el hombre 1,70 cm para la mujer), su delgadez o digamos “no robustez” seguramente por consecuencia de su altura entre otros factores, muchos de ellos son rubios como en otros países del norte y la mayoría tiene ojos claros, entre los holandeses tener ojos oscuros supone un rasgo distintivo.

Por supuesto hablo de mi impresión general, y como en cualquier sociedad hay variedad de rasgos físicos, comportamientos y costumbres.

En cuanto a la frialdad de su carácter, puedo decir de primera mano que no se les puede catalogar como fríos, desde mi experiencia pienso que se trata de personas sentimentales y emotivas como cualquier otra persona independientemente de su nacionalidad, pero si he de decir que se trata de gente relajada con un tranquilo temperamento y que se exalta poco, sobretodo cuando se expresan o comunican digamos que son todo lo opuesto a la pasión y exaltación de los italianos.

Próximamente hablaré de la personalidad directa de los holandeses, uno de los rasgos que más me sorprendió de ellos y que a día de hoy me sigue sorprendiendo..

lunes, 24 de enero de 2011

Sus distintas facetas

Es complicado resumir todo lo que me viene a la memoria sobre una cuidad en la que he estado viviendo tan intensamente, pero voy a continuar con los lugares de interés que a mi juicio merecen su tiempo en las agendas de los turistas.

Una de mis recomendaciones para "turistas con prisas" es la visita a Madurodam cuando el tiempo acompañe, se trata de la famosa ciudad en miniatura, en mi opinión una de las mejores maneras de conocer todos los aspectos sorprendentes de Holanda a pequeña escala ya que la maqueta está cuidada hasta el más mínimo detalle: los canales de Amsterdam, el Palacio en la plaza Dam, el Binnenhof en La Haya con la Carroza Real de oro, edificios modernos de Almere y Amersfoort ,el aeropuerto de Schiphol, el puerto de Rotterdam..es una estupenda forma de ver e imaginarte otras ciudades holandesas si tu visita al país no te permite conocer más en profundidad las distintas y maravillosas ciudades que en él se encuentran. La entrada cuesta 15€ y en tranvía se tarda 10 minutos desde el centro, merece la pena verlo al anochecer con las miles de lucecitas que lo iluminan y así poder ver ante tus ojos un panorama mágico.

Una actividad algo más cultural y para aquellos interesados en arte y pintura sería visitar el Museo Municipal de La Haya, Gemeentemuseum, éste alberga la mayor colección de pinturas del mundialmente famoso pintor holandés Piet Mondrian, también incluye obras de Monet y pinturas de la Escuela de La Haya. En este edificio especialmente diseñado para el disfrute del arte podemos encontrar la colección de Arte Moderno, Artes Aplicadas, Moda y Música.

Interesante también para aquellos apasionados de la moda, el museo cuenta con la Galería Fashion, situada bajo el museo y que ofrece exposiciones temporales de los desarrollos más finos nacionales e internacionales en la moda.

Pero existen más museos que merecen su visita, la real pinacoteca Mauritshuis se encuentra en el centro de La Haya junto al parlamento Binnenhof, su colección está formada por las obras maestras de artistas del Siglo de Oro holandés, incluyendo pinturas de Rembrandt entre otros artistas.

La colección permanente ofrece un paisaje magnífico del arte holandés y flamenco desde el siglo XV hasta el XVII; pero no solo su interior es de gran valor, el edificio de este museo es un palacio único del siglo XVII, uno de los ejemplos más bellos de la arquitectura clásica holandesa. Su página web es realmente útil ya que ofrece toda la información acerca del museo, sus creadores, y una minuciosa historia de las obras y artistas que componen su colección: www.mauritshuis.nl

Cómo podéis comprobar hay infinitud de actividades de las que disfrutar en esta ciudad con historia..

domingo, 23 de enero de 2011

Scheveningen, extraordinaria playa holandesa

Para continuar con nuestra visita por La Haya, un sitio que cuenta con paisajes dignos de disfrutar y más aun si se trata de un soleado Domingo es la playa de Scheveningen, esta amplia playa es una de las más populares de todo el país y además es una de las que más turistas recibe.

Para aquellos que no sepan mucho del país podrá sonar algo extraño una playa en Holanda, pero si que hay algunas que se sitúan en la costa del Mar del Norte y se llenan en verano al más puro estilo Benidorm por holandeses en busca de esos rayos de sol que no abundan durante el resto del año. Pero aunque haga esta comparación no creo que haga falta informar de que las aguas del Mar del Norte no son igual de cálidas que las de la Comunidad Valenciana, básicamente en agosto el agua de Scheveningen está a unos 18 grados...

Alrededor de esta playa podemos encontrar una serie de tiendas y puestos que hacen la estancia más interesante y entretenida, también cuenta con un casino en el muelle, diversos restaurantes y cafeterías a lo largo del paseo marítimo y paisajes de primera con dunas naturales sobre las que pasear y hacer originales fotografías.

También debo destacar su magnífico ambiente en las noches de verano, época del año en la que despliegan los pubs o Beach clubs sobre la arena, en ellos puedes disfrutar de una divertida y amena velada de cara al mar del Norte. Recomiendo esta experiencia también para aquellos que quieran saborear algunas de las especialidades de la cocina holandesa que es bastante variada en esta zona marítima en concreto.

Otra de las actividades que te ofrece esta playa desde el mes de Abril y pensada para los más aventureros, es el Bungy Jump que consiste en saltar con un arnés desde una altura de 60 metros desde el muelle sobre el imponente Mar del Norte, obviamente, para aquel que este dispuesto a gastarse 75 € es una experiencia que sin lugar a duda nunca olvidará.

Como curiosidad el impronunciable nombre de Scheveningen se utilizó como contraseña durante la II Guerra Mundial para poder identificar a los espías alemanes, debido a su difícil pronunciación. Afortunadamente yo ya formo parte de ese reducido grupo de hispano hablantes que sabe pronunciarlo con acento más o menos holandés, para que os hagáis una idea sería algo así como: “Sgeiveningen”..

Descubriendo La Haya

Para empezar este nuevo año del blog voy a intentar resumir todo aquello de interés que actualmente conozco sobre la ciudad holandesa en la que viví durante un año mi experiencia Erasmus: La Haya, The Hague en inglés o Den Haag en holandés.

Sin lugar a duda una cuidad de gran importancia para el país, con infinidad de actividades culturales de las que disfrutar y lo más importante, una ciudad que ha dejado gran huella en mí.

La primera información que me llegó sobre esta cuidad vino de la mano de la tan socorrida Wikipedia, un dato importante a nivel general es que la Haya es la sede de gobierno de los Países Bajos, que NO la capital de Holanda, como muchos a día de hoy creen, según las constitución neerlandesa la capital oficial es la ciudad de Ámsterdam.

La Haya es la tercera ciudad más grande de Holanda, después de Amsterdam y Rotterdam. Los condes de holanda emplearon La Haya como centro administrativo, por ello esta ciudad, alberga la Suprema Corte de los Países Bajos, el Consejo de Estado, y las cámaras que forman su poder legislativo.

Esta ciudad también es sede de todas las embajadas extranjeras y ministerios gubernamentales del país, además en ella se encuentra un gran número de organizaciones internacionales, incluyendo la Corte Internacional de Justicia, también conocido como Peace Palace o Vredespaleis, éste es el primer órgano judicial de las Naciones Unidas, y una de los puntos más fotografiados de La Haya, cualquier persona tiene la posibilidad de visitar su interior a través de sus visitas guiadas las cuales hay que reservar con al menos un día de antelación, sin lugar a duda es un visita obligada para cualquier persona interesada en Derecho Internacional Público.

Aquí dejo el link por si alguien está interesado: www.vredespaleis.nl/

Otra organización internacional de gran interés es la Corte Penal Internacional, establecida para ayudar a acabar con la impunidad de los perpetradores de los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional.

Una vez más tuve la oportunidad de acudir a una interesante visita guiada que consta de una charla de una hora y media sobre el mandato, la estructura y las actividades de la Corte. También se puede acudir como oyente a audiencias públicas, las únicas normas son no ser menor de 16, presentar un documento que te identifique y rellenar un formulario en la entrada de la corte. Aquellos interesados pueden encontrar más información en su web oficial:

www.icc-cpi.int/

He de decir de La Haya que no sólo los citados edificios son dignos de admiración, sino que queda un largo recorrido de sitios interesantes que visitar en la ciudad.

To be continued…

martes, 23 de noviembre de 2010

Holanditis


La primera vez que visité este país del que apenas sabía sobre su capital Amsterdam en la que las drogas son legales y un lugar llamado Gouda en el que se fabrica un estupendo queso, fue cuando me lancé a la aventura en el verano de 2008 y decidí hacer el Interrail con cuatro amigas durante 15 inolvidables días por el centro de Europa, entre los destinos de dicho viaje estaba por supuesto Amsterdam, el lugar donde la libertad parece llegar a su máxima expresión.

Allí pasamos dos días, sin lugar a duda no el suficiente tiempo como para poder descubrir interesantes lugares más allá de las típicas atracciones turísticas ni suficiente tiempo para conocer en profundidad la cultura y sociedad holandesa. Pero sí fue el tiempo necesario para que la capital de los Países Bajos me enamorara, y si debo exponer razones por las cuales me quede prendida de ese lugar, me quedo en blanco, fue un sentimiento que me nació en ese preciso momento y en ese preciso lugar. Quizás fuera el precioso centro histórico de la ciudad, construido en gran parte en el siglo XVII, quizás fuera la atmósfera artística que se respira y la sensación de saber que en muchos de los rincones de esa ciudad habían vivido artistas como Van Gogh y Rembrandt, saber que en alguna casa a pie de canal se había refugiado aquella niña llamada Anne Frank, quizás la percepción de libertad y multiculturalismo que tuve en sus calles, bien su original arquitectura con sus torcidas casas y grandes ventanales, o puede que fueran las millones de bicicletas que veloces cruzaban los canales en esos soleados días de julio y hacían imposible un relajado paseo para el viandante...